Desde el enfoque psicoanalítico tradicional, la agresión pasiva se entiende como una manifestación de hostilidad o agresividad reprimida, que no se expresa directamente debido a la censura interna (Superyó) y los conflictos inconscientes. Esta agresión se manifiesta de manera indirecta o disfrazada, a menudo a través de comportamientos que parecen no agresivos o pasivos, pero que tienen un trasfondo hostil. La persona agresiva pasiva suele tener dificultades para reconocer o aceptar sus propios impulsos agresivos. La agresión, en lugar de ser expresada abiertamente, es reprimida y se manifiesta de manera indirecta o encubierta. El Superyó, que actúa como el censor interno, reprime estos impulsos hostiles porque la persona los percibe como inaceptables o amenazantes para su autoimagen o sus relaciones.
Dado que la agresión no puede expresarse directamente, se manifiesta de manera velada, como en el sarcasmo, la ironía, el silencio prolongado o el olvido intencional. La persona puede adoptar actitudes aparentemente pasivas, como retrasar tareas, incumplir compromisos o mostrar desinterés, pero con la intención de provocar frustración o descontento en el otro, este tipo de agresión puede provocar a la personas que conviven con estos agresores, impotencia, ira e incluso crisis emocionales muy fuertes, ya que la persona que agrede lo hace de una manera tan sutil que hace creer que él es la victima ante los ojos de los demás incluso en sus propios ojos, porque hay que explicar también que el agresivo pasivo en realidad cree que es victima y que no hace para nada daño a las personas con su conducta, de tal manera que puede incluso presumir que es agredido ya que con su manera de conducirse y por provocar en el otro la esas crisis agresivas emocionales, termina por demostrar que vive con un “Monstruo” y quedar bien con las demás personas convenciéndose a sí mismo como a los demás que es indiscutiblemente el “afectado”.
Asimismo, hay también que aclarar que para que exista un agresor debe haber una víctima, esto quiere decir que en este tipo de relaciones incluyendo claro las de pareja ambos se buscan uno al otro, esto por su puesto de manera inconsciente, esto quiere decir que la victima necesita a su agresor tanto como el agresor a su víctima, es por eso por lo que pueden ser relaciones muy dolorosas ya que esa necesidad del otro los hace seguir juntos.
Es importante que se conozca y se reconozcan este tipo de conductas ya que como lo he mencionado ya, el agresivo pasivo no es consciente de que, de una manera discreta está causando daño a la otra persona incluso puede estar sufriendo por esas agresiones que recibe de su pareja sin saber que fue él quien las provocó, además, es importante que la persona que tiende a ser agresivo entienda que también está siendo agredida pero de una manera que no se nota ni por si misma ni por los demás y mucho menos por el agresivo pasivo ya que este tipo de agresión es silenciosa y totalmente psicológica y emocional.
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