Estamos por terminar el 2024, un año para muchos, lleno de alegrías; para otros, lleno de sinsabores; es momento de reflexionar todo lo que a lo largo de los pasados 365 días se ha realizado y pensar: ¿qué hice para alcanzar mis metas, mis sueños, esos objetivos que en enero de este año que termina me propuse?
Esa reflexión puede servir de punto de partida para repensar lo que se espera de este 2025 y ver la manera de organizar un nuevo viaje, no recuerdo al autor, pero alguien dijo: “deja que los fracasos del año pasado sean tu mejor guía en el año nuevo”, pues bien, cada año escuchamos frases muy bellas, llenas de buenos deseos, de oportunidades, de una visión que solo refleja confianza en la creación de pilares solidos para lo que viene, muchas de las veces completamente alejadas de la realidad que se vive.
Lo cierto es que, con independencia de nuestra situación, el inicio de un año nuevo trae aparejada una serie de esperanzas que nos invitan a pensar en un comienzo diferente y que nos obligan a renovar la energía, los ánimos, los deseos de crear, transmitir y vivir de otra manera, empero, ¿cómo pretender ser diferente, si hacemos siempre lo mismo?
En otro orden de ideas, si queremos que esos buenos deseos se hagan realidad, es de relevancia considerar que la visión que se tiene de la vida, no es la adecuada, cada persona es dueña de una manera de pensar diferente, es eso lo que engrandece a la humanidad, no obstante, con frecuencia queremos imitar a individuos que consideramos líderes por aquello que hacen, que piensan y que demuestran en lo que expresan, esto nos lleva a hacer de lado nuestra individualidad, es decir, nos volvemos seguidores y eso frena el futuro que pudiese ser alcanzado, al respecto Albert Einstein refería “la persona que sigue a la multitud normalmente no irá mas allá de la multitud. La persona que camina sola probablemente llegará hasta lugares donde nadie ha estado antes”.
Si tu objetivo es velar por tu salud y te inscribes en el gimnasio, has que tu constancia, dedicación, lealtad contigo mismo y perseverancia, sean las que vayan forjando tu futuro, no solo te inscribas por los primeros tres meses (de los cuales solo utilizas el primero), al contrario, sigue adelante, busca el tiempo adecuado, que el impulso se encuentre en ti mismo y no en el estereotipo de persona que te han dicho que debes ser, es decir, sé tu propio héroe.
Cada persona es única, especial e irrepetible, así que trabaja de manera constante por aquello que anhelas, sé tú tu propio reto y logra superarte a ti mismo, solo de esa forma harás que tus propósitos de año nuevo se puedan cumplir, en el camino encontrarás muchos obstáculos y solo tú podrás enfrentarlos, enseñanzas que me ha dejado el Pentathlón Deportivo Militarizado a través de su ideología pues el punto número XII de su ideario, reza: “El carácter no lo forjes eludiendo los obstáculos, sino venciéndolos”.
No pretendo con lo expuesto en líneas arriba influir en tus decisiones, ni inspirarte a que cumplas tus propósitos de año nuevo; mi objetivo es insistir en que cada persona es diferente y nos complementamos de manera tal que, en conjunto, se pueden lograr grandes cosas, así que, dentro de este pequeño mensaje de año nuevo, te recomiendo no alejarte de tus seres queridos, luchar por la unidad de la familia y volver a los valores que, con el paso del tiempo se han perdido, entre ellos el de la persistencia, la lucha por la verdad, la lealtad y la honestidad.
Es decir, no hagas que los deseos y objetivos de año nuevo sean solo eso, persevera en ellos hasta que se conviertan en una realidad, son los mejores deseos que puedo intentar transmitirte FELIZ AÑO NUEVO.
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