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Foto del escritorOscar David Hidalgo

¿Qué es el servicio?

Alguna vez te has preguntado ¿en qué radica el espíritu de servicio? 


La palabra servir, tiene una gran cantidad de acepciones, una de ellas radica en el servicio público, ese que el estado esta obligado en proporcionar a sus gobernados; otra más la encontramos en el culto a lo divino; pero hoy me enfocaré en aquella encaminada al hecho de hacer algo en favor de los demás.


En diversas ocasiones hemos escuchado hablar sobre el servicio, el desapego, el apoyo desinteresado ya sea a una persona, a una causa, a una asociación, etcétera, y consideramos que, servir es dar, es trabajar; empero, de que sirve hacer como que damos o como que trabajamos por determinadas exigencias sociales y confundimos el servir con una obligación que lleva implícita una satisfacción personal.


La frase “el que no vive para servir, no sirve para vivir”, ha sido atribuida a diferentes personalidades, empero, la recordamos con mayor énfasis en la madre Teresa de Calcuta, quien acuñaba dicha frase tratando de enfatizar la importancia del servicio desinteresado como parte fundamental de la existencia y el amor al prójimo.


En la biblia, hay diferentes pasajes que explican el servicio uno de ellos es aquel que dice “quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”; por su parte Albert Schweitzer decía “no hay mayor religión que el servicio a los demás. Trabajar por el bienestar común es el mejor credo”.


Muchos ligan el servicio desinteresado a la senda espiritual, a la atención de una obligación impuesta por Dios para alcanzar la vida eterna y esto es así en virtud de que, es en la religión donde nace la filosofía encaminada al amor al prójimo, pues es Dios quien refiere que el plan indispensable para el desarrollo humano radica en el amor a Dios, al prójimo y a la subsistencia a través del amor al trabajo.


En nuestra realidad, el amor al prójimo se vuelve complejo cuando nos invade el egoísmo, la pobreza de ideales, la desesperación, el odio, los celos, la maldad, etcétera, y hablar de servicio implica desprendimiento, hacer el bien sin esperar nada a cambio, hacer a un lado el servir por placer y encaminarme a servir por amor.


El punto número XXI del ideario del Pentathlón reza “evita que tus buenas obras repugnen, hazlas sin jactancia”, es decir, el trabajo que has desarrollado en favor de aquellos que tienen menos que tú, debe ser sin hacer ostentación de ello y esto traerá aparejados grandes beneficios, los cuales muchas de las veces no podemos encontrar dado el materialismo y el consumismo que nos rodea y que diariamente nos invita a buscar algo mejor.


Es decir, servir implica amarte a ti mismo, amar a los demás y amar todo aquello que se realiza, pues es ese sentimiento el que te llevará a realizar una serie de actos que te impulsan a seguir trabajando por aquello que pretendes alcanzar y en el trayecto te llevarán a ver por otros.


Uno de los puntos importantes del servicio radica en no hacer ostentación de este, algo que se vuelve complejo cuando el interés de la persona radica en ser visto o reconocido por lo que se hace, cuando consideras que todos están mal y te olvidas de apoyar a los que siguen tu misma lucha, pues tu intención es otra.

Puedo concluir invitándote a hacer cualquier tipo de obra en beneficio de algún familiar y a conservar la misma en el secreto del hogar, posteriormente tu sabrás el momento en el que podrás dedicarte al servicio de los demás y darle un sentido diferente a tu vida.



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